domingo, 2 de mayo de 2010

¿Qué hiciste Enrique Pereira?

15-05-2009 General
QUERIDO ENRIQUE

Homenaje del Secretario General del Comité Nacional, Mario Jaraz, a Enrique Pereira
¿Que hiciste Enrique?¿Por qué elegiste irte?¿Para qué?Tenías miedo que te quiten tu Unión Cívica Radical... si la verdadera... tenías miedo que te la roben.Y vos te robaste de la Unión Cívica Radical. ¿Quién te lo permitió...? ¿Y ahora qué...?Te llevaste tu pluma genial, tu concepto justo, tu pasión radical...Tu manera de ser inigualable, tu prodigiosa memoria llena de conocimientos, de anécdotas, de fechas, de citas...Nos dejaste sin tu sabiduría...No me animo a preguntar ¿Por qué?... quizás porque tengo miedo de enterarme que todos somos culpables...Porque quizás no supimos entenderte...Porque quizás no nos dimos cuenta que teníamos la obligación de escucharte, comprenderte y aprender. Porque tenias razón...porque decías la verdad y a la verdad no se la puede ni esconder ni ignorar.Porque cuando te ofuscabas tenías razón y porque cuando jugando con las palabras, para no ofendernos, nos hacías entender de que estábamos equivocados...y también tenías razón.Pero no siempre te lo reconocíamos.¿Qué pasó Enrique?Vos sabías que la tarea no estaba concluida...que cada mañana debíamos comenzar de nuevo y que eras uno de los pocos poseedores de lo necesario para que la tarea no nos condujera hacia destinos diferentes.Pero tenías miedo...¡no eras cobarde!...tenías miedo...Miedo que ese destino no sea el que aprendimos y con el que soñábamos...Vos sabías que no todos los que están son y que muchos de los que hablan del regreso y del reencuentro, mienten...Y tenías miedo que la táctica y la estrategia subordinen la ideología. Por eso, aún minoritariamente, luchabas por la coherenciaPero vos estabas... y entonces muchos nos sentíamos más seguros…¿Y ahora Enrique?Te conocí no hace muchos años y el escucharte hablar, contar, enseñar, el ver el brillo que adquiría tu mirada cuando, con una sabiduría inigualable abordabas el radicalismo, me significó darme cuenta de que las ideas, los principios, los ideales podían corporizarse. En vos estaba materializado el radicalismo. Buscaba conocerte más cada día, pero no necesitaba buscar quererte más.Ese quererte, mezcla de respeto, admiración, cariño, reconocimiento, había adquirido una dimensión tan importante, que te transformó en el referente obligado de mi sentir y pensar radical. Y así lo fui contando…Quizás quisiste ir rápido detrás de tu muy querido Raúl, tan rápido que no te diste cuenta, que aunque muchos necios no lo quieran reconocer, les hacías falta.¡Que sorpresa para don Leandro, don Hipólito, don Moisés, don Crisólogo, y muchos, muchos otros y seguramente también para don Raúl, porque llegaste corriendo y apurado. Ellos estaban tranquilos porque vos estabas aquí...!¿ Y ahora?Contáles todo, como sólo vos sabes hacerlo, pero también transmitíles tranquilidad, porque todavía habemos muchos dispuestos a batallar por todo lo que nos enseñaron tanto ellos como vos.Hable con Luz, con Ramiro, con los tuyos, y les dije que me perdonen que no vaya a Paraná a darte un adiós, porque preferí quedarme con el “Hola hermano querido” con que me recibías en cada encuentro...¿te acordas...?Pero no puedo esconderlo, estamos muy tristes... estoy muy triste...las lágrimas acuden presurosas porque quieren leer lo que escribo... quieren sumar su marca... ¡Que zonzas son, no saben que hoy escribimos en pantallas... y entonces caen y mojan, caen y mojan sin solución de continuidad.!Te fuiste, pero no me resigno, se que ello no nos impedirá continuar comunicándonos. Cada vez que se me ocurra algo nuevo, cada vez que una idea nueva se me presente, cada vez que encuentre respuesta para alguna duda, es porque seguramente estaré recibiendo un mensaje de don Enrique Pereira.Chau querido hermano... hasta todos los momentos...
Mario
S. ENRIQUE PEREIRA (q..e.p.d. )

por Rodolfo Miguel Parente
"El Diario 15/05/09"

Honda consternación ha provocado en los más amplios círculos de nuestra ciudad la trágica desaparición de S. Enrique Pereira. Vinculado a diversas instituciones de la ciudad colaboró activamente con entidades de bien público entre las que pueden mencionarse la Asociación "Mariano Moreno" y la Biblioteca Popular de Paraná. Pero fue con la Unión Cívica Radical el compromiso raigal. Desde su juventud - siempre se enorgullecía manifestar que se habia afiliado al radicalismo a los 15 años - se hizo carne en su personalidad el ideario de Alem e Yrigoyen que con sus particularidades encontró en Entre Ríos y en los Dres. Luis F. Etchevehere, Eduardo Laurencena y Enrique Mihura su más preclaros representantes. Militando primero en el Comité de la Juventud y luego en diversos estamentos tanto del Comité de la Capital como en el de su seccional, Pereira ocupó cargos de significativa importancia en el plano provincial llegando a ocupar la Presidencia del H. Congreso partidario. Además fue delegado al Comité Nacional en el que ocupó la Secretarias de Formación Política y a la H. Convención Nacional, integrando en la actualidad y habiendo sido elegido en la última reunión del más alto organismo partidario como integrante titular del Tribunal de Etica y Disciplina que preside la Arquitecta Elva Roulet.-
Pero el sustantivo compromiso de Enrique Pereira con el radicalismo de Entre Ríos no se agotó en sus postulaciones sino que militó activamente en varios de los grupos internos que integró a lo largo de su vida, haciéndolo con singular entusiasmo en el Movimiento de Renovación y Cambio que fundara el Dr.Raúl R. Alfonsín con cuya prédica se indentificara con toda lealtad. Los avatares de la democracia argentina no le fueron ajenos colaborando activamente en los diversos bloques legislativos del radicalismo, en la oposición o en el gobierno, habiéndolos asesorado integrando su personal en los períodos 1958-1962 y 1973-1976 esta vez en el Bloque de Senadores Provjnciales. Durante el gobierno del Dr. Carlos R. Contín, con quien forjó una relación de profunda lealtad y afecto, ocupó el cargo de Secretario Privado cesando en ocasión del aciago golpe de estado del 28 de juno de 1966 volviendo a su cargo de empleado raso de la administración pública provincial sufriendo traslados arbitrarios y castigos; fue así que en 1976 fue declarado "prescindible" por la dictadura militar: En esa y en múltiples ocasiones se le abrieron las puertas del periodismo a través de "El Diario", por entonces, en la persona de su Director el Dr. Arturo Etchevehere a quien profesaba una gran admiración y singular afecto. Integró el equipo periodístico de esta Hoja hasta que fue reclamado a otras responsabilidades institucionales; sin embargo hasta días antes de su muerte, periódicamente colaboraba con sesudos artículos en los que hacía gala de su estilo y profundidad de pensamiento.- Con el advenimiento de la democracia, en las elecciones del 30 de octubre de 1983 fue elegido Concejal por la ciudad de Paraná, cargo que resignó para ser designado Secretario de la H. Cámara de Diputados de Entre Ríos, brindando toda su sapiencia, experiencia y don de gentes, tratándose con propios y extraños con la misma consideración lo que le granjeó múltiples consideraciones. En la ocasión, se recuperó con el auxilio de los viejos empleados legislativos rescatados de los sótanos o de la calle, el acervo patrimonial y el mobiliario del recinto en el que el pueblo es representado. Durante ese lapso cumplió una proficua y ejecutiva gestión, permaneciendo a partir de 1987 vinculado al quehacer legislativo haciéndolo tanto en la H. Cámara de Diputados de la Nación cuanto en la H. Cámara de Diputados de Entre Ríos. En la última etapa de la gestión presidencial del Dr. Raul Alfonsín cumplió una misión en el exterior con asiento en la embajada argentina en el Reino de España.-
Con España, la republicana, Enrique tuvo una relación particular; hijo de padres gallegos pero afincados en nuestro medio se mantuvo conectado a los asuntos de la península pero particularmente con la causa de la IIa. República Española derrotada por la asonada franquista en 1939 luego de la cruenta guerra civil. Su biblioteca se cuenta entre las más completas del país en relación al trienio republicano, y es recordado por sus publicaciones dedicadas a esta temática y especialmente su contribución con la revista "Todo es Historia" en un recordado artítulo que dedicó a las repercusiones de la conflagración en nuestro país.- Su compromiso con esta causa lo vinculó con personalidades de la talla del Coronel Galán, Luis Jiménez de Asúa, Juan Ramón Jiménez, León Felipe, Manuel Alberti y María Teresa León, a quienes conoció personalmente, al punto de recibir en 2.005 un reconocimiento otorgado por el partido Izquierda Republicana - fundado por Manuel Azaña - denominado "Lealtad Republicana" habiendo viajado personalmente a Madrid para recibirlo.
La mayor madurez intelectual de Pereira se enancó con la década del '90 en la que auspiciado por la Universidad Nacional del Litoral publicó dos trabajos "Cuando los Teniente Coroneles era Radicales" y "Los mil nombres del Radicalismo Enterriano", en los que en prosa entretenida y profundamente documentada se refirió a la participación de cientos de militares radicales en la el nacimiento y evolución de la UCR, y en su segunda obra en ameno y sustantivo recuerdo rememoró gran parte de los dirigentes del radicalismo entrerriano. Además, en comunión con el Dr.Rodolfo M.Parente y su hijo Ramiro en plena década del '90 escribió "Neoliberalismo:Fomentar el Malestar General" una obra de clara denuncia de los efectos de la implantación del neoliberalismo en los asuntos de nuestro país.
El colofón de su aporte literario lo constituyó una formidable obra a la que denominó "DIccionario Biográfico Radical" en el que trabajó artesanal y silenciosamente por más de 30 años y hasta el día anterior a su fallecimiento. Más de 1.800 dirigentes radicales en el lapso 1891 a 2.009 figuran en su obra póstuma que seguramente será reconocida con mayúsculas como un aporte no solo a la historia del radicalismo sino a la historia contemporánea de los argentinos.Esta contribución en formato digital recibió desde que se comenzó a editar más de 180.000 visitas de todas aquellas personas interesadas en conocer la trayectoria de vida de miles de militantes radicales que en mayor o menor medida han contribuido con el mantenimiento en el tiempo de esta más que centenaria fuerza política.-
Enrique Pereira fue por fin, un formidable polemista y un intransigente en la defensa de los temas que consideraba intangibles, pero además lo caracterizaba un agudo sentido del humor y su carácter enérgico en el sostenimiento de su pensamiento, que más de una vez, se limaba en el abrazo fraterno o la explicación oportuna.-
Enrique Pereira, que contaba con 70 años de edad, serà recordado no sólo por su esposa Luz, sus dos hijos Ramiro y Santiago, su hija política Carolina y su nieta Federica, sino también por sus más queridos y cercanos amigos, sus correligionarios,s adversarios polìtivcos y seguramente, más temprano que tarde, por una sociedad que ha perdido un talentoso intelectual, un estudioso de las cosas nuestras y un fervoroso militante político.-

publicación en el diario de Parana por Luz Alcain




Enrique Pereira: 35 años dándole pelea al olvido

Seis meses se cumplen este sábado del fallecimiento del dirigente. Tras un trabajo de 35 años - que él asumía como siempre y necesariamente incompleto- Pereira dejó una obra inédita que reúne en la web cientos de biografías de radicales de todo el país. Pero la familia proyecta publicar una versión en formato de libro.
Publicado el: 15 de Noviembre de 2009
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Su nota sobre “los tatuajes” sigue en la portada del Diccionario Radical. Está allí, incólume, desde el 11 de mayo pasado para dolorosa llaga en el mundo de la política, para imborrable regocijo de los porfiados en sostener ideales, para los que cargan la agridulce sensación de la soledad rodeada de barullo. Se cumplió ayer seis meses de la muerte del dirigente radical Enrique Pereira. Basta entrar en www.diccionarioradical.blogspot.com para dar con la tan comentada nota de los tatuajes, esa que habla de las identidades políticas, de las marcas ideológicas a fuego. Habla de las nuevas técnicas para borrar en la piel las huellas de tinta, técnica que Pereira supo emparentar con los que cambian de partido según sople el viento. La nota se titula “Don. Los tatuajes borrados y las identidades traslaticias” y relata un encuentro con un pescador que vive en la miseria, que tiene por capital sus ideales. Le dicen simplemente Don –cuenta o imagina Pereira-, tiene tatuado a Hipólito Yrigoyen en un brazo. Antes de dejar al dirigente en la costa, mientras se aleja remada a remada, el pescador le promete: “Me corto la mano antes de traicionar a mi partido”. Desde aquí una invitación a su lectura, que es un modo de saber qué lo andaba preocupando a Pereira, qué diálogos tenía o imaginaba con un militante anodino del radicalismo. La firmó el 11 de mayo. Para que quede allí como testimonio. Tres días después, decidió irse. Portada La nota sigue en la portada de un trabajo inconmensurable de Pereira, trabajo que acompañó su vida cotidiana en los últimos 35 años en un hacer rutinario, obstinado, que no tuvo interrupciones hasta su muerte. Se trata del Diccionario Radical que reúne cientos de biografías de afiliados, militantes y dirigentes del partido centenario aunque su autor privilegió siempre la investigación y difusión de las vidas de los más desconocidos. En sus propias palabras, según se puede leer en el blog, el diccionario es “el resultado de muchos años de trabajo, inspirado exclusivamente por el amor a la UCR. Es una manera más de militar”. Pereira lo dedica a Raúl Ricardo Alfonsín y explica que “la idea es intentar rescatar del olvido a personalidades fallecidas que no debieran ser olvidadas. La mayoría por su abnegación. A otras, pocas, para no olvidar sus defecciones y hasta sus traiciones”. “Necesariamente será incompleto. Siempre harán falta más nombres y más datos”, advierte Pereira en una convocatoria desesperada a la militancia de todo el país para que aporte sus materiales, anécdotas, informaciones, fotografías. En el blog, la información se ordena por provincias. Así, si se elige la opción por “Entre Ríos” se accederá al listado de biografías de esta provincia. Hay una condición inexpugnable para integrar el diccionario: estar muerto, andar esa dimensión especial a la que accederían fogosos, polémicos o grises dirigentes tras dejar la cotidiana arena política. Proceso La condición de fallecido era tan importante como la de ser radical para figurar en el blog. Tanto era así que Luz Buscema, viuda de Pereira, explicó que el trabajo tenía por habitual disparador la noticia necrológica que diera cuenta de una “muerte radical”. Era una suerte de responsabilidad militante la que se despertaba entonces. Se trataba de evitar el olvido para ese “correligionario”. Así, su tarea no terminaba nunca, despabilada en décadas por alguna muerte o por la llegada a su domicilio particular de alguna historia o una foto que completara una biografía ya iniciada, una pieza más en un rompecabezas infinito que se iba haciendo con la vida misma. Luz explicó que la tarea de su esposo no cesó nunca. “Ni siquiera cuando vivimos en España”, dijo la mujer que hizo notar la infinita inversión en dinero “para el teléfono, para el correo” y remarcó el modo en que todo se simplificó cuando “el material pudo ser trasladado a la computadora y, unos años después, Enrique pudo además comunicarse vía e-mail con radicales de todo el mundo”. En eso estaba, seguía estando, cuando se fue de golpe. Dejó un inmenso silencio y un patrimonio incalculable. Sobre todo, dejó una responsabilidad ineludible para la militancia: ganarle, en desventaja, una carrera al olvido. En papel Esa obra que dejó Pereira en formato digital, tiene también su versión en papel. Ocupa un espacio importante: 1800 páginas que amontonan historias, anécdotas, fotos, en orden alfabético. “Como homenaje a Enrique queremos hacer una edición en papel”, confió Luz Buscema que, cuando el dolor deja tiempo, se ocupa de avanzar en una necesaria síntesis del inmenso trabajo. “Queremos hacer un libro que sea barato, que sea de fácil acceso para la gente, que se difunda”, dijo la mujer que, para describir el trabajo de Pereira, apeló a una anécdota y al “humor al paso” que caracterizaba a su marido: “Yo siempre le decía ‘terminá ya con ese diccionario de una vez por todas’. Le decía que, al final, iba a ser una obra póstuma y que yo ni siquiera iba a poder disfrutar de los derechos de autor porque cualquiera iba a editar el material. Su diccionario no lo terminó pero hizo el trámite ante la Dirección Nacional de Derechos de Autor”. Tribulaciones Tal vez fue demasiado para un hombre como Pereira, al que pocas cosas le importaban más que la política y la UCR. En la noche del 31 de marzo había fallecido Raúl Alfonsín, su amigo y referente partidario. Pereira ya era, entonces, el tercer miembro del Tribunal de Ética y cargaba con orgullo ese puesto. Sin embargo, fue una braza cuando debió resolver el perdón a Julio Cobos, a quien había criticado ferozmente. Insistentes llamados intentaron convencerlo y Pereira votó como votó, el 11 de abril. El fundamento del perdón invocaba la memoria de su querido Alfonsín. En efecto, el presidente de la Convención Nacional, Hipólito Solari Irigoyen solicitó que se levante la sanción por cuanto el vicepresidente “manifestó su anhelo de integrar el radicalismo e invocó el llamado a la unidad partidaria que le hizo, en su lecho de enfermo, el ex presidente Raúl Alfonsín”. Pereira había escrito en contra del ex radical K, entre otras cosas, la siguiente: “El Ingeniero Cobos, que le debe todo a la UCR, no trepidó en abandonarla en los tiempos de las vacas flacas, marchándose para pacer en campos con hierbas aromáticas, incapaz de marchar por el desierto, como lo hicieron muchas generaciones de radicales en distintos momentos de la Historia”. Un mes después de levantarle la sanción a Cobos, el 11 de mayo, Pereira firmó en su Diccionario Radical la nota de “los tatuajes” que aquí se menciona. Luz Alcain, para El Diario
Claves: Pereira